viernes, 30 de agosto de 2013

CAPÍTULO 8


Capítulo 8

Dani



Después de comer, todos fueron a hacer tareas en el barco, como limpiar, ordenar y todas esas cosas. El día transcurrió con normalidad, así que una vez que cenaron fueron todos a dormir. Menos Dafne, que se quedó de guardia por si pasaba algo.

-Qué noche tan buena hace... El cielo es tan bonito, tantas estrellas... -Dafne estaba emocionada pensando todo eso, le encantaba el mar. Ian apareció porque le tcaba hacerle relevo de guardia.



-Hey, aún te queda media hora, puedes ir a dormir si quieres. -Dijo Dafne.



-No, yo prefiero estar alerta que arrepentirme luego, no como otros. -Le miró serio.



-Estoy alerta, no me digas como tengo que hacer las cosas, me las apaño mucho mejor que tú. -Contestó Dafne borde.



-¿Eso crees eh? Por eso lo de la montaña, ¿no? -Dijo Ian.



-¡Si me lo vas a estar echando en cara no haberme salvado! -Gritó Dafne rabiosa.



-A veces pienso si debería haberlo hecho. -Contestó Ian hiriente.



Dafne le miró muy mal y comenzó a andar hacia dentro del barco.



-¡Pues quédate con la guardia para ti solito! ¡Idiota! -Le gritó.



Pero de pronto Ian pegó un grito.



-¡Dafne cuidado! - Y saltó encima de ella. Un kraken apareció de la nada y casi golpea a Dafne con uno de sus tentáculos. Ian quedó encima de Dafne y se miraron muy profundamente por unos segundos, pero en seguida Ian se quitó corriendo y le gritó:



-¡Corre! ¡Ve a avisar a los demás! ¡Yo me encargo de mientras! ¡Vamos!



Dafne asustada fue corriendo a avisar a todos de la aparición del kraken.

Chris fue el primero en salir para ayudar, estaba sin camiseta y con pantalón corto, pero bueno, en esos momentos le daba igual. Al poco tiempo fueron apariciendo los demás compañeros, luchando codo con codo contra el kraken.



-¡Rápido chicos! ¡Tenemos que cortar todos los tentáculos antes de que nos mate! -Gritó Chris. - ¡Los magos subios a algo elevado y atacad rápido y con ataques potentes! ¡Los demás nos dividiremos en tres grupos, unos a la derecha, otros a la izuierda y otros atacarán por el centro!



-¡Sí, señor! -Gritaron todos.



De pronto apareció el capitán Oliver y se unió en seguida a la batalla. Parecía que el único que aún no había salido era Dani. Algunos de la tripulación comenzaron a caer al agua debido a los golpes del kraken, la cosa se estaba poniendo fea.



De pronto apareció una chica corriendo por el barco, llevaba unas cuerdas en su mano.



-¡Perdón por tardar! ¡Estaba buscando unas cuerdas! ¡Tengo un plan! -Gritó la chica.



-¿Y tú quién eres? -Gritó Eric.



La chica al parecer no se había percatado de que llevaba el pelo suelto. -¡Soy Dani!



-Oh Dios... -Dijo Chris.



-¡Podemos derrotar al kraken! ¡Lo primero que necesitamos un arquero! -Gritó ella.



-¡Yo! -Contestó Dafne.



-¡Bien, sube lo más alto que puedas y dispara a los tentáculos más alejados del barco!-Ordenó Dani.



-¡Eso está hecho! -Respondió Dafne siguiendo sus órdenes.



-¡Ahora necesito que atraigais al kraken y le ateis los tentáculos más cercanos al barco con estas cuerdas! ¡Debeis de tener cuidado! ¡Y los magos atacad a sus ojos! -Dijo Dani.



-¡Vamos chicos! -Gritó Chris.



Entre todos consiguieron atar los tentáculos más cercanos al barco, debilitar los tetáculos lejanos y dejarle ciego. Sólo quedaba el toque final.



-¡Vale, sólo queda una cosa! ¡Cuando salte y me quede un segundo para llegar al kraken, soltad las cuerdas o moriremos todos! -Ordenó Dani.



-¿Qué pretendes? -Gritó Eric.



-¡Salvaros! -Contestó ella.



Eric la miró muy asombrado, nunca había conocido a una persona tan sacrificada y valiente. Dani subió a lo alto del barco y saltó con la espada en la mano. Justo antes de tocar al kraken Eric y Chris cortaron las cuerdas a cada lado. Dani clavó su espada en la cabeza del kraken y éste cayó hacia atrás con ella encima, sumergiéndose en el oscuro mar.



Eric se asomó corriendo por la barandilla, pero no veía a Dani.



-¡Tenemos que sacarla del agua! -Gritó Eric.



-¡Eric, es muy peligroso, está todo negro y puede que el kraken siga vivo! ¡Es un suicidio! -Le respondió Chris.



-¿Vamos a abandonar así a alguien que está dando la vida por nosotros, Chris? -Dijo Eric.



Ni lo pensó un segundo más y se tiró al mar a por ella.





Chris se asomó corriendo hacia el mar en busca de su amigo, y no lo podía creer.

Eric había rescatado a Dani bajo el mar.



-¡Eric! ¡Voy a por un bote! ¡Espera! -Gritó Chris con lágrimas en los ojos. No podía creer lo que acababa de hacer su amigo. Desde luego había cambiado mucho desde que lo conoció.



Lograron subir de nuevo al barco a ambos, Dani estaba inconsciente, pero Nérida le curó en unos pocos minutos.



-¿Dónde estoy? -Preguntó con la voz muy ida- ¿Estoy muerta?



-¡Dani! ¡No estás muerta! ¡Estás muy viva! -Dijo Nérida muy feliz.



-Oh... ¿En serio? -Contestó Dani.



-¡Dani! -Eric le abrazó en seguida.- Dios... muchas gracias... gracias... -dijo muy emocionado.



-Ey... tampoco ha sido para tanto amigo... -Contestó ella.



-No es sólo por eso... gracias... -Siguió abrazándola.



-Eric, dejémosla descansar, ¿sí? -Dijo Ian cogieno a Eric por la espalda.



-Claro... -Contestó él.



-Sí, quiero dormir, muchas horas, no me desperteis hasta dentro de tres días. -Dijo Dani de broma.



-¡De eso nada muchacha! ¡Primero Dafne y yo te bañaremos y secaremos! O si no te resfriarás y no creo que te apetezca mucho. -Dijo Nérida.



-¡Así que chicos, todos fuera! ¡A dormir! -Ordenó Dafne.



Los chicos salieron de la habitación y salieron a la parte de fuera.



-Chicos... podríamos haber muerto esta noche... -Dijo Sever.



-Sí... -Contestó Ian.



El capitán Oliver se acercó a los cuatro chicos muy serio.



-Muchachos, me temo que deberemos atracar en cuanto lleguemos a la isla Yarea, el kraken dañó muchas zonas del barco que deben ser reparadas. Así que el viaje me temo que durará unos días más.



-Vaya... Bueno, que se le va a hacer. -Dijo Chris.

Los chicos estuvieron un rato hablando juntos sobre lo que había pasado, y un poco después fueron a dormir.

CAPÍTULO 7


Capítulo 7

El capitán Hacha



Eric salió de su dormitorio para ir a desayunar con sus compañeros, pero cuando iba por el pasillo, escuchó muchos golpes y gritos que venían de fuera, así que decidió ir a mirar.

Al salir, vio como había un barco pegado al suyo, y por la bandera, supo que eran piratas. Estaban todos luchando, y había un hombre muy grande, de pelo largo y un parche en el ojo hablando con el capitán Oliver, bueno, hablando, tenía su espada en el cuello del capitán. Eric fue a ayudar a Dafne, que estaba sola luchando con su espada contra un pirata. Lucharon mientras Eric le preguntó a Dafne:

-¿Qué ha pasado?.



-Esta mañana se acercaron y nos quieren robar el dinero, el que está con el capitán es el cabecilla. -Contestó ella.



Eric siguió luchando contra aquellos piratas, pero en un momento que iba corriendo cerca de una puerta, ésta se abrió y metieron a Eric dentro. El cayó al suelo confundido.



-¡Eh! ¿Qué pasa contigo? -Dijo Eric violento.



-Idiota, os puedo salvar a ti y a tus amigos. -Le dijo un chico con un pañuelo en la cabeza.



-Pero si eres de su tripulación, ¿cómo sé que no es una trampa? -Respondió Eric cofnundido.



-Porque no te he matado. -Contestó el chico. -Y podría haberlo hecho hace rato... Verás, toda la tripulación odia a ese capitán, así que esta es la mejor oportunidad para acabar con él. Siempre nos trata fatal y no nos da ni una moneda de los tesoros...



-Entiendo -Dijo Eric. -Pues entonces, ¿qué hacemos?



-La tripulación ya lo tenemos hablado, sólo necesitábamos aliarnos con alguien para poder acabar con él. Así que, yo les daré el aviso y vamos todos a por él. -Contestó el chico.



Los dos salieron de nuevo a la cubierta y el chico subió a una vela del barco.



-¡Muchachos! ¡Luz verde! ¡A sus puestos! -Gritó emocionado.



Todos los piratas dejaron de pelear y fueron directos a su capitán.



-¿Pero qué estáis haciendo? ¡Yo soy el capitán Hacha! ¡No podeis derrotarme! -Gritó el hombre.



-¡Muy bien, vamos a comprobarlo! -Gritó el chico del pañuelo apuntándole con su espada, tenía una como las de Chris y Eric, de las siete del lago del Fin, era una espada muy afilada y se la veía de gran potencial.

Los piratas ataron al capitán entre todos y lo arrojaron al mar. Librándose por fin de su avaricia y sus malos tratos.







-¡Daniel! ¡Muchas gracias por todo! Vamos a ir a las islas Bodor, a ver si encontramos el tesoro de las cien monedas de oro. ¿Vienes no? -Preguntó uno de los piratas.



-¿Las islas de Bodor están en la nación de Taka, verdad? -Preguntó el muchacho.



-Sí -Contestó el hombre.



-Hmm... me temo que no voy en esa dirección, marchad sin mí. -Contestó él.



-¿Seguro? ¿Estarás bien? -Le preguntó el hombre.



-Sí, tranquilo, ya nos veremos, ¡disfrutad y esta vez elegid un buen capitán! -Se despidió Dani.



-Buen viaje compañero. -Respondió el pirata.



El barco pirata se alejó de ellos y se marcharon. Dani se había quedado en ese barco, así que se acercó a Chris y Eric.



-Hola... eh... -dijo nervioso- Veréis... Me dirijo a la nación de Hebi, y creo que vais en esa dirección... Me preguntaba si me dejariais quedarme hasta que lleguemos allí.



-Hmmm... No sé... no te conocemos -Conestó Chris.



-¡Pero nos ha salvado la vida Chris! ¡Él es el que ha dado la orden para atrapar al capitán! -le dijo Eric.



-Si es demasiada molestia me conformo con un bote y ya me las apaño yo. -Contestó el chico.



-Bueno, hablaré con el capitán Oliver y luego te digo que haremos contigo. -Dijo Chris.



-Está bien, ¡gracias! -Contestó Dani.



Chris se fue a la parte de dentro del barco mientras Eric y Dani se sentaron en unas escaleras para hablar.



-Y bueno, ¿quien era ese tío? -Preguntó Eric.



-Era el capitán Hacha, era muy violento y siempre nos pegaba palizas cuando no haciamos las cosas perfectas. Siempre se quedaba casi todo el dinero y apenas teníamos comida para nosotros mientras él se atiborraba. Era un asco. -Contestó Dani.



-Pero si tú también eres un pirata, ¿por qué no te has ido con ellos a buscar más tesoros? -Dijo Eric.



-Porque yo estoy buscando a una persona. -Contestó Dani. -En realidad llevaba con esa tripulación un mes. Sólo busco medios para llegar a la isla de Pernea, en Hebi.









-Nosotros también vamos hacia allá, así que no vas a tener problemas. -Dijo Eric.



-Y vosotros, ¿para qué vais? ¿Quienes sois? -Preguntó con curiosidad Dani, no se lo había planteado.



-Nosotros somos de Denfly, la capital de Same. Somos cazadores de monstruos, y hemos tenido problemas en la aldea, así que tenemos que ir a Pernea para hablar con el rey Tristán. -Le contó Eric- Por cierto, me llamo Eric Faighton, encantado.



-Vaya, que vidas más emocionantes... -Contestó Dani. -Yo me llamo Daniel Wenterer. Un placer.



-¿A qué te dedicas tú?- Dijo Eric.



-¿Yo...? A sobrevivir. -Contestó Dani serio. -Lo único que he hecho en esta vida es permanecer con vida, sin un rumbo fijo. Uniendome a grupos y consiguiendo fuerza y experiencia para poder llegar a Pernea y encontrarla.



-¿Quién es? ¿Alguna novia? -Preguntó curioso Eric.



Dani alzó la mirada y le miró serio. De pronto aparecieron Sever e Ian, avisándoles para ir a comer.



-Hey, a ti no te había visto antes. Me llamo Sever, soy mago de especialidad fuego, y este es Ian, mago especializado en rayos. -Dijo Sever.



-Sabes, si él fuera un villano enmascarado tú y yo ya no tendríamos nada que hacer. Los puntos fuertes no se dicen a primera vista, Sever. -Le dijo Ian serio.



-Tranquilos, no soy un villano enmascarado ni cosas raras -contestó Dani. -Un placer conoceros, yo soy Daniel.



Entraron al comedor para comer, en él, Eric presentó a Daniel a sus demás compañeros, parecía que encajaba bien. El capitán Oliver habló con Dani a solas y le confirmó que podría quedarse con ellos en el barco hasta que llegaran a Pernea.

Parecía que habían encontrado a un compañero de viaje nuevo.
































miércoles, 28 de agosto de 2013

Capítulo 6


Capítulo 6

¡Zarpar!



Todos llegaron puntuales al puerto, estaban ansiosos por subir al barco. Se quedaron asombrados al verlo, ya que era gigante, imponía mucho con sus grandes banderas. Estaba nuevo, no tenía ni un sólo rasguño. Ellos habían navegado, pero no en ese tipo de barcos, estaban realmente impactados.



-Bueno señores, aquí tienen su barco. -Se les acercó un hombre de unos 35 años, alto, castaño, de ojos verdes, robusto y sereno. Vestía con un uniforme de oficial de Denfly, parecía alquien importante.- Yo soy el capitán Oliver, un placer conocerles. Les acompañará una tripulación de 30 hombres y yo. Más tarde les indicaremos cuales son sus aposentos. Les recuerdo que el destino de esta embarcación es llegar a las islas de Pernea lo antes posible para solicirar al rey Tristán, amigo de confianza de nuestro rey Alfgar, refuerzos militares para proteger a Denfly ante una posible amenaza de un grupo terrorista.



-Sí señor, mucho gusto, yo soy Christopher Waller, capitán del equipo especializado en la caza de monstruos. -Se presentó Chris.



-Bien, espero que estén todos listos, partiremos en diez minutos. -Respondió el capitán Oliver.



-¡Sever! ¡Toma este este pañuelo para acordarte de mi! -Gritó una chica.



-¡No! ¡Mejor coje estos guantes que he cosido para ti! -Gritó otra.



-Chicas, chicas... Me llevaré ambas cosas. -Dijo Sever orgulloso.



-¡Te queremos Sever! -Gritaron las dos chicas.



Sever se despidió y subió al barco mientras los demás se reían. El barco zarpó y comenzaron su nueva misión. El capitán Oliver pidió reunirse con el grupo en el estudio. Entraron y había una mesa muy grande, el capitán Oliver sacó un mapa mundi.

-Bueno, la ruta consistirá en atravesar el mar de Cos, si puede ser sin tener que parar en nignuna de las islas que hay por el camino, ya que se dice que están embrujadas. Tardaremos 4 días en llegar a la isla Pernea, que se encuentra muy pegada a la nación de Hebi, siendo su capital. Llegareis a la aldea y debeis hablar con el rey Tristán, que os estará esperando. ¿Alguna duda? -Preguntó el capitán Oliver.



-Sí perdona, ¿dónde está el baño? -Preguntó Dafne, que parecía no haber escuchado nada de lo que había dicho.



El capitán Oliver le miró muy serio, y le dijo que al final del pasillo a la izquierda.



-En fin – siguió diciendo – Espero que los demás me hayais escuchado, sus camarotes son los del fondo, hay camas de sobra para todos. Por cierto, las comidas se efectuarán en el salón, cuando la comida esté hecha sonará la campana. Espero que disfruten del viaje.- Oliver sonrió levemente y se fue a la cubierta.







Salieron todos a fuera y comenzaron a observar el barco, era bastante grande. La tripulación parecía simpática y obediente, no se podían quejar. Fueron a comer y la comida estaba exquisita, pasaron las horas y Eric se apoyó en la barandilla del pico del barco, observando el mar. Observó su marca en el brazo, y se preguntó qué era lo que le hizo la marca y para qué servía exactamente. Recordó que salvó a Ian y Dafne gracias a ese 'poder', pero no recuerda cómo lo activó ni como se desvaneció. Sólo sabe que se activa junto a su espada. Se preguntaba por qué la tenía él.

Chris vio a Eric y se acercó a él.



-Hey, bonitas vistas eh. -Dijo Chris.



-Sí, hacía tiempo que no subía a un barco tan grande. -Sonrió Eric.



-Sabes, esto me recuerda mucho a Dayron... Me acuerdo que decía que si no le cogían en el grupo de caza monstruos se metería a pirata para robar a todo el mundo como venganza y luego crearía él otro grupo de caza monstruos mucho mejor. -Dijo Chris riéndose.



-Claro que me acuerdo – contestó Eric con una sonrisa triste – Era todo un personaje.



-¿Dónde crees que estará? -Dijo Chris serio.



-No tengo ni idea... Pero seguro que está bien, ¡haciendo alguna de las suyas! -Contestó Eric sonriendo.



-¡Seguro! - dijo Chris riendo. -¿Te acuerdas cuando robamos en aquella panadería?



-¿La del hombre gordo? ¡Dios claro! ¡Ese fue el día que más me he reído en mi vida! -Eric comenzó a reíse a carcajadas- ¿Te acuerdas que se resvaló con la piel de un plátano mientras nos perseguía con un palo?



-¡Jajajaj! ¡Claro! ¡Y Dayron aprovechando eso quería entrar a robar más pasteles! - Chris no podía parar de reírse.



Los dos rieron hasta que se quedaron con una mirada triste, meláncolica, por no tener a su mejor amigo allí con ellos.



-Esucha Eric... Sé que te sientes culpable por lo que pasó... pero quiero que sepas que solo fue un error, y Dayron a pesar de todo sé que en su corazón aún te quiere. -Dijo Chris muy serio.



Eric le miró con los ojos lagrimosos. Pero cuando le iba a responder aparecieron Sever, Dafne y Nérida.



-¡Chicos! ¡Se nos ha ocurrido una cosa! -Gritaron los tres emocionados.



-Sorprendedme. -Respondió Chris chistoso.



-Verás... Ian ahora está durmiendo en su camarote... ¿Qué tal si le pegamos un susto para animar la fiesta? -Dijo Dafne.





-¿Qué clase de susto? -Preguntó Eric interesado.



-Ahora os lo explicamos. -Contestó Nérida.



~



Ian estaba en su camarote, se tumbó en su nueva cama, y sin notarlo, se quedó dormido. Estaba muy cansado porque la noche anterior apenas pudo dormir. Pero de pronto un ruido le despertó, oía golpes en la pared, pero bueno, serían los de la tripulación haciendo algo. Fue a abrir la ventana pero se había atrancado, así que intentó encender una vela, pero no la encontraba...

-Cuantos fallos tiene este camarote -Pensó Ian- Voy a hablar con el capitán ese.



Pero Ian no podía salir, la puerta se había atrancado. Lo golpes seguían en su cuarto.

Ian hizo un hechizo de rayo pequeño para alumbrarse mientras intentaba abrir la puerta, pero cuando hizo el hechizo y vio con luz la puerta vio que en ella había un escrito en rojo, parecía sangre. 'Vais a morir todos' ponía. Y de pronto las ventanas se abrieron pero no entraba luz, sólo veía sombras, y ahora escuchaba también gritos y susurros extraños. Ian empezó a gritar para que alguien le abriera la puerta. Pero vio como alguien desde fuera comenzaba a dar golpes en la puerta, así que se asustó mas. El rayo de su hechizo se apagó, y cuando se abrió la puerta vió entrar a un hombre encapuchado. Se acercó lentamente a él y cuando estaba a punto de tocarlo...



-¡Bú! - Gritó Sever.



-¡AAAAH! -Se asustó Ian.



Todos entraron a la habitación riendose mucho. -¡Dios! ¡Sois unos idiotas! ¡Me lo estaba creyendo! -Dijo Ian.



-Eso es lo mejor de todo ¡jajajaja! -Se rió Dafne.



Ian le miró y se puso a reirse también, eran unos idiotas, pero eran sus amigos. -¿Con qué habeis hecho lo de la puera? -Preguntó con curiosdidad.



-¡Salsa de tomate prestada por el cocinero! -Respondió Nérida.



-Madre mía -Rió Ian.



Después fueron todos a cenar, la cena era pasta, sin tomate. Estuvieron hablando con el resto de la tripulación y se llevaron muy bien. Sever se entristeció porque no habían más mujeres a bordo del barco, así que se quejó junto a sus compañeros del machismo del capitán al no aceptar mujeres en la tripulación. Dafne se comió su plato y el de Nérida, que no podía comer más porque se había mareado debido al oleaje. Chris parecía un poco bebido y se puso a contar chistes horriblemente malos a la gente mientras Eric, (también un poco afectado) lloraba de la risa con sus "chistes". Ian de mientras los miraba y se reía de ellos con Nérida. Lo pasaron todos muy bien, y luego cada uno fue a su camarote a dormir.

Eric se despertó a la mañana siguiente con un poco de dolor de cabeza, la noche anterior se rio muchísimo con sus amigos. Pero no sabía lo que estaba a punto de encontrarse cuando salió a la cubierta...