lunes, 26 de agosto de 2013

CAPÍTULO 2


Capítulo 2

Mi hermano



-¿Cómo has podido con ellos tú sólo? ¡Eres increible!



-Tampoco es para tanto... lo que pasa es que tú eres muy débil.



-Esto.. ¿Me podrías enseñar a defenderme?



-¿Estás solo?



-Sí...



-Las guerras de Coren... ¿verdad?



-¿Cómo lo has sabido?



-Porque tienes una mirada... que ha visto la guerra. Pero, no te preocupes, a partir de ahora, ¡yo estaré contigo!



-¿Tú también estás solo?



-No, ¡ya no! Por cierto, me llamo Christopher Waller, pero llámame Chris.



-Vale, yo me llamo Eric Faighton. ¿Cuántos años tienes? Yo tengo trece...



-Tengo catorce, así que seré el hermano mayor.¿Te parece bien?



-Es genial. -Contestó Eric con una sonrisa. Al fin había encontrado un amigo, alguien que cuidara de él y que le enseñara a vivir. Chris le parecía como su salvador, era un chico de pelo castaño, no muy largo pero tampoco corto y ojos marrones oscuro, pero tenía algo que le hacía verse alguien firme y de corazón, alguien que siempre cumple su palabra. Eric era un chico con el pelo rubio ceniza, largo, y los ojos marrones verdosos, tenía una cara bastante inocente, y eso es lo que hizo que Chris confiara en él desde el principio.



Eric despertó a la mañana siguiente. Hacía tiempo que no soñaba con nada, y recordar ese momento le hizo comenzar el día muy feliz, aunque le dolía la cabeza por la bebida de la anterior noche... Se vistió y desayunó, fue a la casa de Chris, que no estaba muy lejos, y le gritó desde abajo para que se asomara a su ventana.



-¡Buenos días dormilón! -Gritó Eric.



-¿Qué haces ya tan temprano? ¡Son las 7! ¿Es que no puedes vivir sin mí? -Contestó Chris.



-Era una sorpresita de enamorados... -Bromeó Eric.



-Anda ya, venga, ahora bajo. ¿Cojo a mi dragón? -Preguntó Chris.



-Sí, quiero volar por las afueras. -Dijo Eric.





Al poco rato, Chris bajó ya preparado para marchar. Subieron a sus dragones y volaron por Denfly, era lo que mas le gustaba a Eric del mundo, volar en su dragón, Tormenta, sobre la ciudad. Le hacía sentir libre por completo, se olvidaba de sus problemas, sus recuerdos, de todo. Sólo estaba él volando con el viento en la cara. Era una sensación increíble. Realmente Denfly era bella. Se podía sentir la naturaleza

en sus grandes bosques repletos de flora y fauna, con grandes cascadas en armonía con la tierra. Se sentia la vida en sus sencillas calles y en su noble gente. Se sentía la grandeza al contemplar el gran castillo al oeste del duque de Denfly. Era sin duda, una aldea cercana al paraíso y Eric se sentía afortunado de formar parte de ella.

Aterrizaron en el bosque de Terar, a las afueras de la ciudad. Llegaron a unas rocas que daban a un lago y se sentaron ahí.



-No hay nada como un día libre ¿eh? -Dijo Chris.



-Siempre viene bien descansar. -Eric se tumbó en las rocas.



-Sabes, tengo que hablar contigo. -Dijo Chris.



-¿Qué pasa? ¿Es malo? -Eric se preocupó.



-¡No! Mira... Sabes que Nérida, ha llevado una vida muy dura, incluso más que nosotros. Mataron a sus padres y a su hermano delante suya, y ella no pudo hacer nada, siendo la única en sobrevivir. Luego tuvo que vivir en una casa que la acogió, pero a cambio hacia las tareas más costosas, además de que el padre era un pervertido... Aún así, ella siempre ha tenido una sonrisa en la cara, nunca muestra odio, y eso es lo que más me gusta, porque cuando estoy con ella siento que todo está bien... Por eso quiero darle un futuro conmigo, porque no voy a dejar que le pase nada malo nunca más. Llevamos 2 años juntos, pero no me basta. Sabes, nosotros no tenemos asegurada una vida larga... podemos morir en cualquier momento, por eso quiero pedirle que se case conmigo. Para al menos si muero saber que moriré siendo su marido, y que ella es mi esposa. -Explicó Chris, muy serio.



-¡Chris! Sé que Nérida ha pasado por cosas terribles... pero, desde que os conocísteis, ella es feliz. ¡No hace falta que os caseis ya! Podéis esperar. No importa que mueras sin estar casado con ella, tu corazón ya es suyo. -Respondió Eric.



-Sí, pero de esta forma es distinto... Además, ella tiene miedo de que su padre adoptivo vuelva y se la lleve. Si soy su marido, de ninguna forma se la llevará. Y, bueno, ya sabes como soy en estas cosas, soy tradicional. -Dijo Chris.



-Demasiado tradicional. Me sorprende cómo para todo eres tan duro y te saltas todas las normas, y para Nérida, eres dulce y totalmente tradicional. Pero, si es lo que quieres, ¡aquí tienes a tu padrino! -Contestó Eric alegremente.



-¡Eric! Gracias por entenderlo, en serio. -Chris miró muy feliz a Eric. Por estas cosas era su mejor amigo.-Por cierto, también tenía que comentarte una cosa. -Dijo Chris.



-¿El qué? -Preguntó Eric.



-Ayer me atacó un Kinir por la calle. Dentro de la aldea. - Le comentó Chris.

-¿En serio? ¿Cómo se pudo colar? Qué raro, tenemos que decirselo a Gardian en seguida. Si llega a atacar a alguna persona desarmada... -Dijo Eric.



-Sí, tienes razón. Vamos para allá.



-Vale.

Subieron a sus dragones y volvieron A Denfly, hacia despacho de su jefe. Bajaron de sus dragones unos metros delante del despacho, y de pronto aparecieron cinco Garuk para atacarles. Los Garuk eran bestias de 1.50m de alto, muy violentos. Y fueron hacia ellos. Los dos desenvainaron sus espadas y comenzaron a luchar. Se les veía demasiado violentos a los Garuk y más fuertes, como si les hubieran hecho algo. Uno de ellos hirió a Eric en la pierna y éste cayó al suelo.



-¡Eric! -Chris derrotó al último que quedaba y fue hacia Eric. -¿Estás bien?



-Sí, pero me parece que hiré un poco cojo hasta el despacho. Que sepas que yo he matado a tres. -Vaciló Eric.



-Bueno, esta vez te dejo ganar porque te han herido. -Rió Chris.



Llegaron al despacho de Gardian, que estaba jugando al alejedrez, como siempre. Les miró sorprendido.



-¡Chicos! ¿Qué haceis aquí? Si hoy es vuestro día libre. -Dijo alegremente.



-Señor Gardian, tenemos que informarle de algo importante. -Contestó Chris.



-Decidme. Eric, que herida más fea tienes... Cuando acabemos ve a que alguna maga sanadora te cure ¿eh? -Dijo Gardian.



-Sí señor. -Contestó Eric.



-Ayer por la noche luché contra un Kinir, en la calle del arco. Y hoy, a dos manzanas de aqui, nos acaban de atacar unos Garuk, por eso Eric tiene esa herida, uno de ellos le dió con su espada. No sabemos qué está pasando, pero no es normal. - Chris habló muy serio.



-¿En serio? Pero si tenemos el mejor escuadrón caza monstruos del pais... Eso sólo puede significar una cosa. Pero primero debemos comprobarlo. -Dijo Gardian.



-¿Cuál es su teoría? -Preguntó Chris.



-Digamos -Dijo Gardian pensativo- que podría ser, muy probablemente que alguien esté invocando a los mounstros desde dentro... Pero debe ser alguien muy hábil para poder pasar desapercivido. No veo otra forma de que esto pase... Chicos, debeis investigar la ciudad de arriba a abajo, no puede escapar.



-Sí señor. -Asintieron los dos a la vez.



-Me temo que hoy no tendreis día de descanso, avisar a todo el grupo y dispersaos en equipos de dos hasta hallar a algún sospechoso. -Gardian estaba muy preocupado por esto. -Y chicos, estad alerta, no dejeis que ataquen a nadie de la ciudad.



-Está bien, vamos Eric. -Chris miró a Eric muy serio y ambos salieron del despacho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario