miércoles, 28 de agosto de 2013

Capítulo 6


Capítulo 6

¡Zarpar!



Todos llegaron puntuales al puerto, estaban ansiosos por subir al barco. Se quedaron asombrados al verlo, ya que era gigante, imponía mucho con sus grandes banderas. Estaba nuevo, no tenía ni un sólo rasguño. Ellos habían navegado, pero no en ese tipo de barcos, estaban realmente impactados.



-Bueno señores, aquí tienen su barco. -Se les acercó un hombre de unos 35 años, alto, castaño, de ojos verdes, robusto y sereno. Vestía con un uniforme de oficial de Denfly, parecía alquien importante.- Yo soy el capitán Oliver, un placer conocerles. Les acompañará una tripulación de 30 hombres y yo. Más tarde les indicaremos cuales son sus aposentos. Les recuerdo que el destino de esta embarcación es llegar a las islas de Pernea lo antes posible para solicirar al rey Tristán, amigo de confianza de nuestro rey Alfgar, refuerzos militares para proteger a Denfly ante una posible amenaza de un grupo terrorista.



-Sí señor, mucho gusto, yo soy Christopher Waller, capitán del equipo especializado en la caza de monstruos. -Se presentó Chris.



-Bien, espero que estén todos listos, partiremos en diez minutos. -Respondió el capitán Oliver.



-¡Sever! ¡Toma este este pañuelo para acordarte de mi! -Gritó una chica.



-¡No! ¡Mejor coje estos guantes que he cosido para ti! -Gritó otra.



-Chicas, chicas... Me llevaré ambas cosas. -Dijo Sever orgulloso.



-¡Te queremos Sever! -Gritaron las dos chicas.



Sever se despidió y subió al barco mientras los demás se reían. El barco zarpó y comenzaron su nueva misión. El capitán Oliver pidió reunirse con el grupo en el estudio. Entraron y había una mesa muy grande, el capitán Oliver sacó un mapa mundi.

-Bueno, la ruta consistirá en atravesar el mar de Cos, si puede ser sin tener que parar en nignuna de las islas que hay por el camino, ya que se dice que están embrujadas. Tardaremos 4 días en llegar a la isla Pernea, que se encuentra muy pegada a la nación de Hebi, siendo su capital. Llegareis a la aldea y debeis hablar con el rey Tristán, que os estará esperando. ¿Alguna duda? -Preguntó el capitán Oliver.



-Sí perdona, ¿dónde está el baño? -Preguntó Dafne, que parecía no haber escuchado nada de lo que había dicho.



El capitán Oliver le miró muy serio, y le dijo que al final del pasillo a la izquierda.



-En fin – siguió diciendo – Espero que los demás me hayais escuchado, sus camarotes son los del fondo, hay camas de sobra para todos. Por cierto, las comidas se efectuarán en el salón, cuando la comida esté hecha sonará la campana. Espero que disfruten del viaje.- Oliver sonrió levemente y se fue a la cubierta.







Salieron todos a fuera y comenzaron a observar el barco, era bastante grande. La tripulación parecía simpática y obediente, no se podían quejar. Fueron a comer y la comida estaba exquisita, pasaron las horas y Eric se apoyó en la barandilla del pico del barco, observando el mar. Observó su marca en el brazo, y se preguntó qué era lo que le hizo la marca y para qué servía exactamente. Recordó que salvó a Ian y Dafne gracias a ese 'poder', pero no recuerda cómo lo activó ni como se desvaneció. Sólo sabe que se activa junto a su espada. Se preguntaba por qué la tenía él.

Chris vio a Eric y se acercó a él.



-Hey, bonitas vistas eh. -Dijo Chris.



-Sí, hacía tiempo que no subía a un barco tan grande. -Sonrió Eric.



-Sabes, esto me recuerda mucho a Dayron... Me acuerdo que decía que si no le cogían en el grupo de caza monstruos se metería a pirata para robar a todo el mundo como venganza y luego crearía él otro grupo de caza monstruos mucho mejor. -Dijo Chris riéndose.



-Claro que me acuerdo – contestó Eric con una sonrisa triste – Era todo un personaje.



-¿Dónde crees que estará? -Dijo Chris serio.



-No tengo ni idea... Pero seguro que está bien, ¡haciendo alguna de las suyas! -Contestó Eric sonriendo.



-¡Seguro! - dijo Chris riendo. -¿Te acuerdas cuando robamos en aquella panadería?



-¿La del hombre gordo? ¡Dios claro! ¡Ese fue el día que más me he reído en mi vida! -Eric comenzó a reíse a carcajadas- ¿Te acuerdas que se resvaló con la piel de un plátano mientras nos perseguía con un palo?



-¡Jajajaj! ¡Claro! ¡Y Dayron aprovechando eso quería entrar a robar más pasteles! - Chris no podía parar de reírse.



Los dos rieron hasta que se quedaron con una mirada triste, meláncolica, por no tener a su mejor amigo allí con ellos.



-Esucha Eric... Sé que te sientes culpable por lo que pasó... pero quiero que sepas que solo fue un error, y Dayron a pesar de todo sé que en su corazón aún te quiere. -Dijo Chris muy serio.



Eric le miró con los ojos lagrimosos. Pero cuando le iba a responder aparecieron Sever, Dafne y Nérida.



-¡Chicos! ¡Se nos ha ocurrido una cosa! -Gritaron los tres emocionados.



-Sorprendedme. -Respondió Chris chistoso.



-Verás... Ian ahora está durmiendo en su camarote... ¿Qué tal si le pegamos un susto para animar la fiesta? -Dijo Dafne.





-¿Qué clase de susto? -Preguntó Eric interesado.



-Ahora os lo explicamos. -Contestó Nérida.



~



Ian estaba en su camarote, se tumbó en su nueva cama, y sin notarlo, se quedó dormido. Estaba muy cansado porque la noche anterior apenas pudo dormir. Pero de pronto un ruido le despertó, oía golpes en la pared, pero bueno, serían los de la tripulación haciendo algo. Fue a abrir la ventana pero se había atrancado, así que intentó encender una vela, pero no la encontraba...

-Cuantos fallos tiene este camarote -Pensó Ian- Voy a hablar con el capitán ese.



Pero Ian no podía salir, la puerta se había atrancado. Lo golpes seguían en su cuarto.

Ian hizo un hechizo de rayo pequeño para alumbrarse mientras intentaba abrir la puerta, pero cuando hizo el hechizo y vio con luz la puerta vio que en ella había un escrito en rojo, parecía sangre. 'Vais a morir todos' ponía. Y de pronto las ventanas se abrieron pero no entraba luz, sólo veía sombras, y ahora escuchaba también gritos y susurros extraños. Ian empezó a gritar para que alguien le abriera la puerta. Pero vio como alguien desde fuera comenzaba a dar golpes en la puerta, así que se asustó mas. El rayo de su hechizo se apagó, y cuando se abrió la puerta vió entrar a un hombre encapuchado. Se acercó lentamente a él y cuando estaba a punto de tocarlo...



-¡Bú! - Gritó Sever.



-¡AAAAH! -Se asustó Ian.



Todos entraron a la habitación riendose mucho. -¡Dios! ¡Sois unos idiotas! ¡Me lo estaba creyendo! -Dijo Ian.



-Eso es lo mejor de todo ¡jajajaja! -Se rió Dafne.



Ian le miró y se puso a reirse también, eran unos idiotas, pero eran sus amigos. -¿Con qué habeis hecho lo de la puera? -Preguntó con curiosdidad.



-¡Salsa de tomate prestada por el cocinero! -Respondió Nérida.



-Madre mía -Rió Ian.



Después fueron todos a cenar, la cena era pasta, sin tomate. Estuvieron hablando con el resto de la tripulación y se llevaron muy bien. Sever se entristeció porque no habían más mujeres a bordo del barco, así que se quejó junto a sus compañeros del machismo del capitán al no aceptar mujeres en la tripulación. Dafne se comió su plato y el de Nérida, que no podía comer más porque se había mareado debido al oleaje. Chris parecía un poco bebido y se puso a contar chistes horriblemente malos a la gente mientras Eric, (también un poco afectado) lloraba de la risa con sus "chistes". Ian de mientras los miraba y se reía de ellos con Nérida. Lo pasaron todos muy bien, y luego cada uno fue a su camarote a dormir.

Eric se despertó a la mañana siguiente con un poco de dolor de cabeza, la noche anterior se rio muchísimo con sus amigos. Pero no sabía lo que estaba a punto de encontrarse cuando salió a la cubierta...

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